lunes, 13 de septiembre de 2010

Infinitos autores

Copiar y pegar  son el fantasma temido en escuelas y universidades: miedo a que todo lo que produzcan los estudiantes sea extraído acríticamente de Internet y que nosotros, viejos educadores de la época del manual de kapelusz, somos incapaces de advertir, corregir, mejorar.

Wikipedia es el terror: a solamente un  clik de esfuerzo humano, cualquier cosa que pidamos, solicitemos, obliguemos a "investigar"  o simplemente a responder a los alumnos está allí, en Wikipedia y sus centenas de miles de artículos. Esta wikipedización del conocimento ha generado críticas, reproches y lamentos de variado tipo, todas conductas más o meos inútiles a la hora de intentar resolver concretamente la cuestión, o de intentarla resolver al estilo de la vieja guardia. He corroborado, incluso, que a veces a los estudiantes se les dice -no sin cierta ingenuidad- "pueden buscar en Internet pero no en wikipedia". Muy gracioso.

Nota: ni "wikipedización" ni "wikipedization"  están en Wikipedia. ¿Quén es el autor?

Sin embargo, hay un elemento en el que no hemos reparado demasiado: evitamos que nuestros alumnos copien y peguen pero no los formamos como autores en un mundo en el que por suerte cada vez se escribe más y, no sólo eso, por suerte cada vez se publica más. Y eso si hablamos de "escribir" ya que si hablamos de fotografiar, filmar, dibujar, cantar, tocar  o hablar, la autoría se multiplica al infinito, como nunca antes en la historia.

Mientras hace algo más de una década lo que un alumnos (chico, mediano o grande) escribía, era solamente para la lectura de sus maestros (o en el mejor de los casos de sus amigos y familiares) las redes sociales hacen que lo que se escriba  sea más leído y, además, esté al alcance de cualquiera que tenga una computadora con Internet.

¿Se trata de una suerte de  autoría universal en la que los nombres propios importan cada vez menos? Probablemente.

Lo que está claro es que ser autor ya no es potestad de unos pocos elegidos y la publicación ya no requiere ni de la aceptación erudita ni del esfuerzo económico. Parece que nuestro mundo es, afortunada y crecientemente, un mundo de autores que inflacionan permanenetemente el valor de lo escrito. Todos somos autores. Al fin de cuentas, como dijo Slash -ex violero de Guns and Roses y actual solista-, "soy un puto guitarrista, no un autor"



2 comentarios:

Agos 13 de septiembre de 2010, 22:50  

Coincido. Ha roto la potestad de la información.

Anónimo 18 de septiembre de 2010, 1:39  

La información está, hay que enseñar como buscar, comparar y criticar para poder realizar un trabajo pensado por los chicos y no cortado y pegado. Pero para ello se tiene que capacitar primero al que enseña.